martes, 11 de octubre de 2016

¿HISTORIA O LEYENDA?... LA VIRGEN DEL PILAR.


HISTORIA DE LA VIRGEN

DEL PILAR.

La tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión.



Los documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso".

En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".
Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza. El mas antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve, el descenso de la Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago.
Asimismo, hacia el año 835, un monje de San Germán de París, llamado Almoino, redactó unos escritos en los que habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, "donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente", cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen.

La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia".


Numerosos milagros de la Virgen
En 1438 se escribió un Libro de milagros atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el católico dijo: "creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Sta.y Purísima Virgen y Madre de Dios, Sta. María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros".

El Gran milagro del Cojo de Calanda (1640) Se trata de un hombre a quien le amputaron una pierna. Un día años mas tarde, mientras soñaba que visitaba la basílica de la Virgen del Pilar, la pierna volvió a su sitio. Era la misma pierna que había perdido. Miles de personas fueron testigos y en la pared derecha de la basílica hay un cuadro recordando este milagro.

El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey católico , se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región, cuando todavía vivía en carne mortal.




Tres rasgos peculiares que caracterizan a la Virgen del Pilar y la distinguen de las otras:

1- Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. A diferencia de las otras apariciones la Virgen viene cuando todavía vive en Palestina: ¨Con ninguna nación hizo cosa semejante", cantará con razón la liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la Virgen.
2- La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que, sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer Templo Mariano de toda la Cristiandad.

3- La vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (del Santuario de Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de la patria española.



jueves, 6 de octubre de 2016

TIERRA DE MISTERIOS Y LEYENDAS.


Aragón es tierra de leyendas, desde la cumbre del Aneto, hasta el mágico Albarracín, pasando por Los Monegros, la convierten en una tierra llena de las más variopintas historias y misterios.
Muchos de estos cuentos, tienen su origen en el medievo, cuando los juglares iban de pueblo en pueblo entreteniendo a las gentes. Otras leyendas nos relatan orígenes mitológicos como en el caso de los Pirineos...
Las montañas, seres mágicos, algo más que una mole de roca puesta ahí por la mano de quién sabe quién.
El hombre y la naturaleza, la naturaleza y el hombre, binomio generador de infinitas historias y leyendas, como estas que os presento en este video que he encontrado para vosotros, que mezcla leyenda e historia con una dosis de de de misterios...
La leyenda o la realidad...quién sabe..


Os dejo este enlace del video...es interesante ymisterioso como siempre.






EL FUEGO EN ARAGÓN


En algunos lugares de Aragón las hogueras o xeras se encienden al raso, al igual que en la Sanchuanada. El fuego de la tierra anima al fuego celestial a volver a brillar, a encenderse de nuevo tras el solsticio. La luz en la calle servirá también para mantener alejados a los seres malignos que esta noche andan cerca, como luego veremos. El fuego más tradicional, sin embargo, se enciende dentro de la casa, en el fogaril. Y no sirve cualquier madera. Un antiquísimo culto a la Naturaleza pervive en esta costumbre. Hay que elegir un tronco especial, el de un árbol fuerte y longevo, pedir permiso y perdón al espíritu que habita en su interior antes de talarlo, y luego llevarlo hasta el fogaril. Es el rito de la Tronca o del Tizón. Prueba de su importancia en todo el territorio aragonés es la diversidad de nombres que recibe: tronca, tizón, tió, troncada, toza, tronc, choca, zoca, pullizo, rabasa, corniza, cabirón...


El fuego en el centro del hogar, reunida toda la familia en torno a él, un lugar mágico que conecta con el mundo de las almas, de las almetas. Los espíritus de familiares fallecidos se guiarán por el resplandor para volver esta noche a la Casa. La protegerán con su presencia fantasmal, y garantizarán su continuidad. A los espíritus hay que dejarles ofrendas, se les pone en la mesa comida, sobre todo, alubias. Esta costumbre de las donaciones a los antepasados es la que posiblemente evolucionó a través de los siglos a la de los regalos de Navidad.

Y la tronca, ¿sólo había que quemarla en el hogar? No, por supuesto, algo tan importante exige un ritual ancestral, repetido a lo largo de los siglos, y oficiado por algún miembro especial de la Casa. El fuego de Navidad aseguraba la continuidad de la Casa, garantizada por la presencia de los difuntos. Por ello, los encargados del ritual eran el varón más anciano o el más pequeño de la familia. Antes de quemar la Tronca había que bendecirla. Con la bendición y el encendido terminaba la ceremonia en el Pirineo y prepirineo occidental. El oriental y algunas otras zonas de Aragón incluían las baradas para que cagara la Tronca. Había fórmulas para uno y otro caso. Para bendecirla, una oración tipo sería:
"Buen varón, buena brasa;
buen Tizón, buena Casa;
Dios bendiga al amo y a la dueña de esta casa,y a los que en ella son".

Mientras el crío o el biello recitan las palabras ceremoniales, vierten el vino del porrón sobre la Tronca haciendo una cruz. Se puede bendecir además con las migas de una torta.

Cuando la Tronca tiene que cagar golosinas para los niños, estos deben darle baradas, golpes con las varas, una vez mojadas en agua o rebozadas en ceniza. La cancioncilla infantil es más larga que la bendición y admite más variantes, pero los versos más comunes son:
"Tronca de Nadal
Caga turrons y pixa vi blanc"

Algunos pueblos combinan las dos modalidades rituales, bendiciendo y golpeando al Tizón:
"Cabirón, cabirón
¡Caga turrón!".
Con la Tronca bendita se prende el fuego sagrado, comenzando por un extremo, y haciéndolo durar el mayor tiempo posible, variable según las zonas. El poder sobrenatural de la Tronca se transmite a las cenizas. Con ellas se garantiza una fértil siembra si acompaña a las semillas, se mezcla con el fiemo para fertilizante, sirve contra las plagas de los campos y como emplaste sanador de las heridas del ganado. La ropa más blanca es la que se lava con esas cenizas, dicen las ancianas. Además, un trozo de la Tronca no quemado, una tozeta, es talismán protector de entradas a la casa y a las mallatas, y defensor contra las tormentas.




FIESTAS DEL FUEGO DE LOS 

PIRINEOS

Declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2015.

Estas fiestas se celebran en torno a la noche de San Juan para celebrar el solsticio de verano, aunque en algunas ocasiones también en otras festividades, y sus orígenes podrían remontarse, según los expertos, a épocas precristianas vinculadas a ritos relacionados con los ritos solares y la purificación de las almas.

Se conocen tradicionalmente como "Fallas del Pirineo" y reflejan la regeneración cíclica de los lazos familiares y sociales mientras promueven la cultura del voluntariado, la solidaridad y la continuidad. La declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO supone un reconocimiento para todas las generaciones que a lo largo de los años han bajado sus fallas manteneniendo esta tradición.

Los vecinos, según la tradición, encienden una hoguera en un punto próximo al pueblo y con grandes antorchas, denominadas "fallas",formadas por un palo de avellano con trozos de tea atados en la punta, bajan hacia sus poblaciones definiendo una serpiente de fuego por el camino.

Se considera que las fiestas del fuego constituyen una ocasión para regenerar los vínculos sociales y fortalecer los sentimientos de pertenencia, identidad y continuidad de las comunidades, de ahí que su celebración vaya acompañada de comidas colectivas y cantos y bailes folclóricos.

Estas expresiones culturales están profundamente arraigadas en las comunidades y se perpetúan gracias a una red de asociaciones e instituciones locales. El lugar de transmisión más importante de este elemento del patrimonio cultural inmaterial es el hogar familiar, donde sus miembros lo conservan vivo en la memoria.
Esta manifestación cultural es única del Pirineo y se conserva en poblaciones de Aragón, concretamente en las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza, Cataluña, Francia y Andorra ubicados en la MÁGICA CORDILLERA PIRENÁICA.


CURIOSIDADES SOBRE EL AZAFRÁN EN ARAGÓN

ANÉCDOTAS CURIOSAS SOBRE EL AZAFRAN Y UNOS NARANJOS Carlos III el Noble, rey de Navarra, trató de aclimatar en Navarra el cultivo...